Sociedad de consumo es un concepto socioeconómico con el cual se denomina a los Estados
con desarrollo industrial o productivo capitalista en los cuales existe un consumo masivo de
bienes y servicios, como consecuencia de una también masiva producción y de que la oferta es
amplia, hasta incluso superar a la demanda. El consumismo suele ser una de sus características
principales, el cual es posible gracias a la disponibilidad de dinero efectivo o de otros medios
de adquisición. El consumo es un proceso económico asociado a la satisfacción de las necesidades
y deseos de los agentes económicos.
El consumo como tal se produce en todos los sistemas económicos. Por otra parte, el consumismo,
propiamente dicho, es una característica de determinados sistemas económicos, en los que las decisiones
de producción están asociadas al supuesto de que los agentes económicos trabajarán para obtener su renta,
por encima de sus necesidades estrictas de consumo, y por tanto tomarán decisiones para poder disponer
de una renta disponible mayor y aumentar sus niveles de satisfacción personal a través del consumo asociado
a la satisfacción de deseos. En una sociedad de consumo una de las actividades de ocio principales de la población
es la adquisición de bienes
materiales o servicios adicionales, con los que satisfacen sus deseos de
estatus social o satisfacción material.
En las llamadas sociedades de consumo, cierto número de individuos pueden desarrollar un trastorno de
compra compulsiva. Para los individuos que desarrollan este trastorno acto de adquirir productos y servicios que
están al alcance de los consumidores y usuarios, se convierte en un acto de abusar. En ocasiones, el consumismo se
entiende como la adquisición o compra desaforada, que asocia la compra con la obtención de la satisfacción personal
e incluso de la felicidad personal. En las sociedades de consumo, ciertos individuos están dispuestos a trabajar más
horas y reducir el número total de horas de ocio, a cambio de mayores salarios y rentas, que les permitan en un tiempo
de ocio menor adquirir mayor cantidad de productos y
bienes.
Si por un lado, hay quien afirma que la discusión sobre la bondad o maldad de la sociedad de consumo es más de
carácter ético o ideológico que estrictamente económico, en cuanto que la sociedad de consumo no sería sino un
estadio avanzado de las sociedades industrializadas con el objeto de cubrir las necesidades y deseos de los consumidores;
por otro hay quien señala que si la economía es la ciencia encargada de satisfacer las necesidades humanas con los recursos
disponibles, es un problema económico de primer orden plantear en qué medida la sociedad de consumo cubre nuestras
necesidades, o bien destina muchos recursos valiosos a satisfacer deseos fútiles, y a existencias de producto invendibles,
mientras
deja sin cubrir necesidades fundamentales.
Una de las críticas más comunes sobre la sociedad de consumo es la que afirma que se trata de un tipo de sociedad que
se ha "rendido" frente a las fuerzas del sistema capitalista y que, por tanto, sus criterios y bases culturales están sometidos
a las creaciones puestas al alcance del consumidor. En este sentido, los consumidores finales perderían las características
de ser personas físicas e individuales para pasar a ser considerados como una masa de consumidores a quienes se
puede influir a través de técnicas de marketing, incluso llegando a
la creación de falsas necesidades entre ellos.
Desde el campo ambientalista, la sociedad de consumo se ve como insostenible, puesto que implica un aumento
constante de la extracción de recursos naturales, y del vertido de residuos, hasta el punto de amenazar la capacidad
de regeneración por la naturaleza de
esos mismos recursos imprescindibles para la supervivencia humana.
Desde el punto de vista de la desigualdad de riqueza internacional, se ha señalado también que el modelo consumista ha
conducido a que las economías de los países pobres se vuelquen en la satisfacción del enorme consumo de las sociedades
más industrializadas, mientras pueden dejar de satisfacer necesidades tan fundamentales como la alimentación de sus propias
poblaciones, pues el mercado hace que se destinen
los recursos a satisfacer a quienes pagan más dinero.
Los dos enfoques anteriores se combinan a la hora de señalar que, si la mayoría de la población mundial alcanzara un nivel
de consumo similar al de los países industrializados, recursos de primer orden se agotarían en poco tiempo, lo que plantea
serios
problemas económicos, éticos y políticos.
La sociedad de consumo no sólo se refiere al consumo de bienes sino también al de servicios, dado que cada vez tiene
más importancia en las sociedades desarrolladas el consumo de servicios; fruto, fundamentalmente, de la mayor disponibilidad
de renta y tiempo libre. En este sentido, la crítica a este tipo de sociedades viene dada por el efecto de sesgo de la información,
al objeto de "moldear" al consumidor para
convertirlo en el "consumidor ideal" que pretenden las empresas que
tienen el poder de hacerlo.
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